La ciudad que antes era una tranquila capital junto al mar se ha convertido en un destino cosmopolita, punto de encuentro de residentes procedentes de todo el mundo.
Palma ofrece una gran calidad de vida, que va desde sus paseos junto al mar, en los que patinar, montar en bici o caminar, a las montañas o playas de ensueño a escasa distancia en coche.
Son ya muchos los que la han elegido por su carácter costero, su comunidad internacional de gente interesada en llevar una vida sana y por la variedad de inmuebles en que vivir. Todo ello, acompañado por el encanto de muchos de sus edificios originales, una gastronomía local e internacional que abarca desde restaurantes tradicionales a otros laureados con estrella Michelín y sus fantásticos mercados. Si le añadimos tiendas de las principales marcas internacionales combinadas con el tradicional comercio mallorquín, servicios sanitarios del más alto nivel con asistencia para extranjeros, escuelas internacionales que siguen el curriculum de Francia, Reino Unido, Alemania o Suecia, una red de carreteras y la cercanía de un aeropuerto que en un viaje de una media de dos horas te lleva a cualquiera de las mayores ciudades de Europa, nos atreveríamos a decir que a Palma no le falta de nada.
El periódico “Sunday Times” declaró Palma como el mejor sitio del mundo para vivir. ¿A qué esperas para comprobarlo?