Pero si estar cerca del mar no es una de tus prioridades, vivir en un pueblo tiene muchas ventajas y te permitirá disfrutar de un entorno tranquilo donde todavía perduran las antiguas costumbres,
En los pueblos del centro de la isla el turismo no está tan extendido, lo que significa que vas a encontrar un ambiente de paz y tranquilidad y una experiencia más auténtica de vida mallorquina.
Aquí sí que va a importar cuáles son tus preferencias: si buscas un pueblo de interior, pero bien comunicado, con muchas actividades y una importante comunidad internacional, no dudaremos en recomendarte Santa María. Pero si lo tuyo es el vino, te llevaremos a Consell y Binissalem. Y si lo que quieres es una auténtica experiencia de vida mallorquina, Montuiri o Porreres serán los lugares. Rodeados de campos, con acceso a exquisitos productos locales, galerías y restaurantes con encanto, y bien comunicados con Palma y zonas costeras, aquí trabajarás en un ambiente natural y auténtico.
Lo que te podemos decir es que los mallorquines de estas zonas le dan mucha importancia a la cultura y tradiciones locales, pero se esforzarán en entenderte y ayudarte. Muchos de ellos incluso hablan algún idioma extranjero.
Déjanos recomendarte dónde trabajar y vivir como un auténtico mallorquín.